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2009/09/18

Argentina: ¿La nueva revolución móvil se demora por culpa de las regulaciones estatales?

Fuente: iProfesional.

La adopción de las redes sociales móviles, los servicios de video en movimiento, la banda ancha inalámbrica, el uso portable de datos y las plataformas convergentes se retrasaría por la falta de decisiones oficiales para adecuar el marco legal al nuevo panorama tecnológico.

El mercado de la telefonía móvil en la Argentina y en otros países de América latina se encuentra al borde de la saturación en cuanto a la penetración del celular en término de número de líneas. Para mantener y aumentar sus ingresos, los operadores apuestan por la aparición de nuevos servicios y tecnologías. Sin embargo, las regulaciones existentes y la falta de voluntad estatal para adecuar las legislaciones a los avances tecnológicos demoran el desarrollo de estas nuevas prestaciones.

Así coinciden en señalar analistas del sector de las telecomunicaciones y entidades que agrupan a las compañías de esta industria, una de las más dinámicas y masivas de la economía en general.

Dos análisis de la consultora Frost & Sullivan afirman que el mercado obtuvo ingresos por más de u$s68.026 millones en 2008 y se estima que alcanzará los u$s103.235 millones en 2014. Los estudios abarcaron la telefonía móvil, servicios móviles de datos, y servicios móviles de banda ancha en Brasil, Colombia, México, la Argentina, Venezuela y Chile.

“Las aplicaciones móviles avanzadas aumentarán el tráfico de datos y, por tanto los ingresos de las compañías”, explicó Bruno Neto, analista de investigaciones de Frost & Sullivan.

“Se espera que tanto las inversiones en 3G, la llegada de las tecnologías 4G (LTE y WiMAX), como los teléfonos inteligentes con precios más bajos y modelos más atractivos impulsen el mercado. La migración de fijo a móvil y la convergencia de servicios también mejorará las perspectivas de mercado”, apuntó el analista.

Sin embargo, las cuestiones de reglamentación siguen siendo un obstáculo para el desarrollo del mercado móvil en toda la región, advirtió Neto, ya que cada país tiene normas diferentes.

Los gobiernos latinoamericanos han retrasado importantes medidas que tienen el potencial de acelerar los procesos de desarrollo de las telecomunicaciones. Por ejemplo, en la Argentina aun sigue paralizada la portabilidad numérica, que serviría para agudizar la competencia entre los operadores locales y atraer a nuevos participantes con productos y servicios innovadores de mayor calidad.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los países de América latina alcanzaron la maduración del mercado, la región requiere una solución más coordinada para cuestiones del mercado de móviles. De lo contrario, estas diferencias pueden retrasar las inversiones de los nuevos jugadores en toda la región.

“La crisis económica intensificó la competitividad en el mercado móvil e impulsó acciones agresivas de los operadores para buscar y mantener clientes”, agregó Neto.

“Mientras algunas compañías reducen costos en este período de crisis, la gran mayoría aumenta las inversiones en servicios, expansión geográfica y nuevas tecnologías”, agregó.

En la Argentina la crisis ha estimulado el crecimiento de los servicios menos costosos, por lo que se espera que sean los servicios de datos móviles a precios más bajos los que den un mayor impulso para el mercado.

En el mediano y largo plazo, según Frost & Sullivan, los servicios de datos serán testigos de un fuerte crecimiento en todos los países de América latina. Las aplicaciones móviles tales como correo electrónico, sistema de posicionamiento global (GPS), la banca y la televisión móvil mantendrán las perspectivas optimistas del mercado.

Reclamo empresario

Una de las voces regionales de las “telcos” en esta pelea está expresada por 3G Americas, una asociación de la industria inalámbrica que representa a la familia de tecnologías GSM.

“Los responsables de formular políticas tienen un rol importante y desafiante a desempeñar en lo que respecta a obtener espectro adicional y volcarlo al mercado para atender a la sociedad y satisfacer las crecientes demandas de los consumidores”, afirmó Chris Pearson, presidente de 3G Americas. “Los teléfonos inteligentes (smartphones) y los dispositivos para Internet móvil están pasando de los titulares de los medios a las tiendas y desde allí a las manos de los consumidores, quienes están explorando rápidamente una gran variedad de servicios y aplicaciones productivos para los campos de la educación, la atención de la salud y la seguridad”, señaló.

Para esta entidad, uno de los “impactos más serios” de la fragmentación del espectro es el costo y la performance de los dispositivos móviles. Las restricciones del tamaño de los terminales y los costos de los componentes limitan la cantidad de bandas y tecnologías que pueden incorporar los dispositivos inalámbricos de manera eficiente. Como resultado de ello, el soporte para las asignaciones de espectro fragmentadas frecuentemente se minimiza a favor de marcas regionales y globales más comunes que aprovechan economías de escala y las capacidades de roaming internacional.

Sueño oficial

Un ejemplo de los reclamos privados hacia el Estado lo dio recientemente la Federación de Cooperativas de Telecomunicaciones (Fecotel), que acusó a las autoridades del sector de las comunicaciones de “simular que están dormidos”.

En la edición de agosto de la publicación Fecotel en Línea con la Comunidad”, los empresarios cooperativistas advirtieron que sigue “sin respuesta” el pedido de resoluciones y regulaciones para federalizar la banda ancha, el servicio básico universal, un fondo compensador, sus reclamos para operar telefonía celular, la actualización de las tarifas, definiciones sobre el CPP (calling party pays, la fórmula tarifaria por la cual la parte que origina la llamada paga todo el costo de la comunicación, extremo a extremo), la posibilidad de hacer radiodifusión y el otorgamiento de frecuencias de espectro”.

Batalla por el aire

“La industria móvil encarará una dura batalla”, señaló Carlos Blanco, analista de la consultora Signals Telecom Consulting. Es que se requiere más espectro para administrar a futuro el negocio de la banda ancha móvil.

El objetivo de máxima es conseguir cerca de 400 MHz en el mediano plazo. Este volumen multiplicaría, según el país, por 3 o 5 la existencia actual de MHz reservados para el negocio móvil, estimó el analista. Sin embargo, la mayor parte de las bandas anheladas están asignadas para radiodifusión, un sector influyente y con un interés creciente en telecomunicaciones.

Blanco tiene una mirada crítica sobre los reclamos de las “telcos”: “En general, el nuevo espectro móvil no necesitaría para soportar a más usuarios sino para comercializar servicios de avanzada que requieren de mayor ancho de banda”, afirmó.

La cantidad de suscriptores de esa prestación representaba al cuatro trimestre de 2008 a cerca del 1% de la base de suscriptores totales móviles, inflado, según Blanco, por usuarios de terminales de última generación que no emplean el servicio de datos pero que deben contratarlo para acceder al “teléfono de sus sueños”.

A su vez, la calidad de la prestación 3G “aún está lejos de cumplir con los requerimientos mínimos para ser considerada como ‘banda ancha’ y no por falta de espectro sino por el lento avance en el despliegue de enlaces de alta capacidad – de fibra o radio – entre estaciones base”, advirtió el analista de Signals.

El reclamo por mayor recurso espectral también se apoya en el crecimiento de los servicios de valor agregado (SVA) sobre el total de ingresos de los operadores, aunque Blanco recordó que no se debe perder de vista que ese negocio está sostenido básicamente por los mensajes cortos de texto (SMS), que dan cuenta del 75% del total de ingresos por SVA.

Otras peleas por el espectro están dadas en la banda de 700 MHz, con las mejores condiciones de propagación, para montar un servicio de TV móvil como la que se acaba de lanzar en Estados Unidos luego del apagón analógico. Otra banda en litigio, según Blanco, es la de 2,5 GHz, que se puede usar para la oferta de TV paga. Esta franja del espectro se valorizó por las promesas de la norma IEEE 802.16e, conocida como WiMAX móvil.

Ineficiencia gubernamental

Jose F. Otero, presidente de Signals, advirtió por su parte que la asignación de concesiones de espectro radioeléctrico en América latina se ha caracterizado desde sus inicios por la “ineficiencia de los gobiernos para establecer el sistema por el cual se hace entrega del espectro ya sea por subasta, por concurso de belleza o un esquema híbrido de estos dos”.

Para este analista, “la principal debilidad del marco regulatorio regional es que muchas leyes existentes no contemplaban, al momento de ser aprobadas, los cambios tecnológicos que han tomado lugar en el sector inalámbrico de las telecomunicaciones”.

Otero coincidió con los reclamos de las “telcos” de liberar espectro electromagnético de servicios antiguos para asignarlo a nuevos para “fomentar la innovación tecnológica sobretodo cuando muchos de los servicios para los que se utilizaba el espectro ya no poseen muchos clientes porque los mismos han migrado a contratar servicios equivalentes como lo ha sido el caso del pager vs. celular”.

Otro aspecto a considerar es que las nuevas tecnologías usualmente son más eficientes en su manejo de espectro lo que maximiza la utilización de este activo limitado”.

Sociedad móvil

¿Será finalmente la sociedad la que empuje estos cambios legislativos? En un reciente foro regional, el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel), Clovis Batista, afirmó: "Nos estamos transformando en una sociedad de la información móvil”.

Para este funcionario los factores que mueven hoy el mercado son las redes sociales, los servicios de video en movimiento, el aumento del uso de las tecnologías en la vida cotidiana, la banda ancha inalámbrica, el uso portable de datos y las plataformas convergentes.

Batista apuntó que el nuevo paradigma dónde las personas deciden que servicios, qué dispositivos y en qué momento quieren conectarse, da lugar a un ambiente de hiperconectividad que cada vez es más móvil, lo que definió como “una sociedad que se transforma en una sociedad global de la información móvil”.

Según proyecciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), citadas por el grupo Convergencia, a nivel global las operaciones de datos móviles superarán el volumen del tráfico de voz; por lo cual el negocio de la voz basado en minutos tiene que ser repensado en función de las disponibilidades tecnológicas.

Los operadores fijos ya han avanzado en este sentido y se benefician de las redes fijas de Internet, mientras que en el mundo móvil esta evolución se logrará con el estándar LTE (4G) y para esto será necesario más espectro. ¿Será así en América latina?

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