Buscar

2009/05/09

Lecciones sobre la crisis desde el tercer mundo

Fuente: Expansion.com.
Muhammad Yunus, pionero de las instituciones de microfinanzas en el mundo y Premio Nóbel de la Paz, dijo que "la ciencia económica, tal y como la conocemos ahora, no sólo no ayuda a los pobres a salir de la pobreza, sino que les estorba, porque los olvida y porque carece de conciencia social".
En medio de esta crisis que amenaza con expandir aún más el inmenso espacio entre los más ricos y los que más necesitan, es un buen momento para mirar hacia las microfinanzas que inició Yunus, que han demostrado ser una herramienta eficaz para erradicar la pobreza que no está reñida con el fin de lucro y la sostenibilidad.
Las microfinanzas incluyen, además de los microcréditos, otros productos de ahorro o seguros especialmente diseñados para permitir la inclusión financiera de colectivos desfavorecidos que tradicionalmente han sido excluidos del sector financiero formal. En la última década las microfinanzas han extendido rápidamente su acción a la mayoría de los países en desarrollo, con un crecimiento anual del 27% en número de prestatarios, pasando de 14 millones a 155 millones de personas.
Asimismo, en los últimos años, algunas de las instituciones de microfinanzas de mayor reconocimiento global, como la keniata Equity Bank, la india SKS o la mejicana Compartamos Banco, han atraído a muchos inversores financieros internacionales gracias a que disfrutan de una alta rentabilidad, de una privilegiada posición de liquidez y de carteras de crédito muy saneadas, con una mora inferior a la banca comercial.
En los últimos meses, muchas instituciones de microfinanzas del tercer mundo nos están dando una verdadera lección de crecimiento económico compatible con la responsabilidad social y el compromiso con el desarrollo sostenible. Compartamos Banco es un ejemplo de ello. El pasado 21 de abril publicó sus resultados, los beneficios crecieron dos dígitos en el primer trimestre, en una semana en la que los resultados de la banca comercial norteamericana continuaban decepcionando por su debilidad. La acción de Compartamos acumula una subida del 41% en 2009, la segunda mayor del mercado de valores mejicano, mientras que Banorte, el mayor banco comercial mejicano, acumula un 9,5% de caída.
El modelo de banca que emplean las instituciones de microfinanzas es transparente y fácil de entender, basado en una relación cercana con el prestatario, financiando proyectos de autoempleo que cubren necesidades básicas. Detrás de cada microcrédito otorgado por estas instituciones hay una persona, generalmente mujer, que con su esfuerzo genera a través de su microempresa suficiente dinero para repagar su crédito y, lo que es más importante, para mejorar las condiciones de vida de su familia.
Los prestatarios forman grupos, se reúnen frecuentemente ayudándose unos a otros a hacer frente al préstamo. Los de mayor experiencia presentan a la institución de microfinanzas nuevos candidatos de su comunidad para que puedan también beneficiarse del acceso al crédito. Todos los que acceden a las microfinanzas trabajan para pagar sus préstamos, el fin de lucro de la institución les fuerza a hacerse independientes de las donaciones, ganando en autonomía y autoestima. La mayor parte de ellos logran, al fin, superar el umbral de la pobreza.
Lección en momentos de crisis
Las microfinanzas demuestran que es compatible la obtención del retorno financiero a la vez que se producen beneficios sociales, una buena lección para aprender en estos momentos de crisis. Mientras el acceso al crédito se vuelve cada vez más difícil en el primer mundo, las instituciones que se dedican a prestar a los que carecen de historial de crédito logran una mayor resistencia a la crisis económica. La construcción de carteras crediticias que financian autoempleo y microempresa en lugar de crédito al consumo es lo que les permite a estas instituciones permanecer más aisladas de los efectos de la crisis económica actual. Quizá por ello, han atraído la atención de líderes mundiales como Bill Clinton, Bill Gates o Carlos Slim. 155 millones de personas ya se han beneficiado de las microfinanzas pero aún quedan casi dos mil millones de personas que todavía pueden beneficiarse del acceso al crédito. Esta gran demanda sólo podrá será atendida si el número de inversores socialmente responsables en el primer mundo aumenta en suficientemente medida.

No hay comentarios: