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2008/02/06

Google, Microsoft y sus tropas se atrincheran en Washington

Fuente: Mercado.

¿Tiempo de venganza? En 2007, un costoso cabildeo de Microsoft la demoró a Google la compra (US$ 3.100 millones) de la agencia publicitaria en línea DoubleClick. Hubo guerra dentro y fuera de Estados Unidos


Ahora, las cosas se dan vuelta. Con William Gates ofreciendo US$ 44.600 millones por Yahoo, Google se lanza a frenar o, si fuera posible, descarrilar ese matrimonio. Sus gestores tienen instrucciones de politizar la estrategia contra una operación que amenaza su predomino en publicidad virtual.

Por otra parte, expertos en monopolios y funcionarios creen que Google debiera andas con pies de plomo, porque un ataque directo podría ser contraproducente. Por ejemplo, al objetar el avance de Microsoft-Yahoo en materia publicitaria, confirmaría que, en efecto, goza de un predominio excesivo. Por ende, sus rivales tendrían razón al forzar mayor competencia en el mercado.

El diputado John Conyers (demócrata, Michigan), jefe del comité judicial acaba de convocar una audiencia para examinar el asunto. El senador Herbert Kohl (ídem, Wisconsin) –dirige un subcomité antimonopolio- también se interesa en la batalla. “Espero citar a audiencia pública para analizar implicancias en cuanto a competencia y privacidad”.

Sin duda, Google y Micrsoft tienen recursos para desencadenar una gigantesta puja política y juridica. De ésas que encantan Washington, enriquecen “lobbies” profesionales y generan donaciones a legisladores poco escrupulosos. Ambas empresas tienen nutridos equipos instalados en el distrito de Columbia.

Además de caso DoubleClick. Google tachó de “monopólico” el nuevo sistema operativo Vista, pues “fomentaba el rechazo a nuestro programa de búsquedas para PC”. Finalmente, Microsoft aceptó modificar Vista y dar libertad a los usuarios en cuanto a aplicaciones.

Además, volumen y complejidad del eventual acuerdo Microsoft-Yahoo son tales que cualquier investigación ejecutiva o legislativa demorará meses, máxime en año electoral. En realidad, recién terminaría con el próximo gobierno en funciones.

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