El mundo del videojuego mira con asombro las cifras de Halo 3, lo último de Xbox 360. En cinco días, ha conseguido vender más de 2,6 millones de copias. La cifra es sorprendente, aunque hay que matizarla. 2,3 millones de esos 2,6 se vendieron en el primer día. En sólo 24 horas, este videojuego, que sólo pueden jugar los 11 millones de personas que tienen una Xbox 360, ha conseguido recaudar 170 millones de dólares, más o menos la misma cifra que recaudó la última película de Harry Potter el día de su estreno. Ahí es nada.
Lo mejor para Microsoft no es tanto el número de copias vendidas como el hecho de que este juego la ayude a vender consolas. Y lo ha hecho. Esta semana, en EEUU, se vendieron más Xbox 360 que consolas Nintendo Wii. 125.000 comparadas con las 90.000 de las blancas de Nintendo. No sé cómo irá la venta en otros mercados, pero está claro que éste es un juego capaz de marcar un punto de inflexión para la compañía. Wii no va a dejar de tener empuje. Se cree que estas navidades la demanda volverá a superar la oferta y habrá problemas de abastecimiento en algunos mercados -Japón y EEUU-, pero para la empresa de Bill Gates este título es un balón de oxígeno, uno bastante grande.
¿El juego? Lo empecé a jugar ayer. El modo historia me parece más o menos normalito pero todavía estoy dando los primeros pasos, creo que lo realmente revolucionario es el modo multijugador. En algunas universidades norteamericanas el acceso a la red se está saturando por las tardes, cuando los estudiantes se conectan en masa al servicio de Xbox Live para zurrarse virtualmente. Yo aún no he podido probarlo porque estoy esperando a que un señor -o señora- de Jazztel se digne a venir a mi nueva casa a instalarme el ADSL.
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