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2007/09/18

Ocho malvadas técnicas para sabotear a un competidor

Fuente: BAQUIA.

Cualquier webmaster medianamente hábil (y perverso) tiene a su disposición una serie de sencillas estrategias para fastidiar a sus competidores.

El escenario de las guerras del futuro podría no ser un campo de batalla o un país por conquistar, sino las redes y sistemas que dan acceso a los suministros clave de un país. Pero mientras se aclara el panorama de las guerras tecnológicas, en VirtualHosting nos muestran algo más cotidiano, pero también relacionado con el control de la web "enemiga": ocho maneras en que un competidor desalmado puede sabotear nuestra web.

Es útil conocerlas... para defendernos de ellas, por supuesto. Estas son:
  1. Spam en los comentarios: dejar un comentario con un nombre y un enlace a nuestra página real es una buena forma de construir relaciones y mejorar el PageRank. Pero bombardear con spam en los comentarios puede generar el efecto contrario: devaluar nuestro prestigio y hacer pensar a las arañas rastreadoras de Google que estamos tratando de engañarlas. Un scrit que deje nuestra URL en los comentarios de miles de webs y fórums online hundirá tanto nuestra reputación como la calidad de nuestros enlaces.
  2. Conseguir que se vete la URL en una red social: algunas redes sociales, como Netscape, no tienen inconveniente en vetar URLs que consideran spam, mientras otras, como Digg o Reddit, no las prohíben, pero les restringen severamente el acceso. Para un competidor malvado, es muy sencillo simular que estamos intentado autopromocionar nuestros contenidos en una red de este tipo y lograr que se vete o restrinjan los enlaces a nuestra web; por ejemplo, creando un usuario y mandando repetidamente contenido de escaso valor, para después votarlo con varias cuentas de usuarios creadas desde la misma IP. Retorcido, pero eficaz.
  3. Incluir en redes de enlaces. Los principales buscadores identifican como link faros a los grupos de webs que se enlazan mutuamente con el objetivo de mejorar su posicionamiento en los resultados de búsqueda, técnica conocida como spamdexing. Incluir a alguien en estos grupos identificados y penados por los buscadores es una mala noticia para su confianza online; y si queremos ser rematadamente malvados, podemos chivarnos a Google de que alguien está utilizando esta táctica, aunque no sea cierto.
  4. Duplicar el contenido. Los buscadores detectan y penalizan el contenido duplicado, aunque no siempre identifican si proviene o no de la misma web. Por eso, podemos fastidiar un poco a esa página rival copiando en nuestra propia web el contenido nuevo que acaba de colgar: si Google identifica la versión pirateada como la original, penalizará a ésta. Una web recién estrenada o con PageRank bajo es especialmente vulnerable a este tipo de sabotaje, ya que Google tiene a dar preferencia a webs más establecidas.
  5. Secuestros 301 / 302: un redireccionamiento 301 consiste en introducir una pieza de código en una página para desviar el tráfico a otra. Se utiliza, por ejemplo, cuando se ha comprado un dominio nuevo, aunque también es una técnica que emplean algunos hackers para redirigir el tráfico a su web, apoderándose de usuarios y puestos en los rankings. Por su parte, un secuestro 302 consiste en robar el tráfico temporal, y puede ser más peligroso porque no es necesario hackear la web atacada.
  6. Ataque DOS (Denial Of Service): una de las técnicas clásicas y más antiguas de sabotaje, un ataque de denegación del servicio consiste en saturar el servidor con una avalancha de peticiones, con el objetivo de colapsarlo por pura incapacidad de atenderlas a todas.
  7. Expulsados de AdSense: los anuncios relacionales de AdSense son la única o principal fuente de ingresos para muchas páginas, por lo que sorprende la facilidad con que se puede fastidiar la cuenta de otros. No hay más que entrar en la web del competidor y pinchar reiteradamente en los anuncios; Google asumirá que la página está tratando de aumentar artificialmente sus ingresos, por lo que puede cancelar la cuenta.
  8. Fraude en los clics: Cuando una compañía contrata una campaña de AdWords, calcula el porcentaje de conversión que espera obtener, y hace una oferta (por las palabras clave de su interés) en consecuencia. Es fácil echar por tierra todos esos cálculos pinchando una y otra vez en los anuncios de nuestro competidor, que pagará por los clics extra pero no verá crecer el número de conversiones, resultando en una campaña improductiva. Es una técnica utilizada a menudo por compañías que compiten por las mismas keywords: pretenden eliminar competidores aumentando sus costes y limando sus beneficios, con el objetivo de que abandonen la campaña.
Bien, ahora ya conoce usted unas cuantas artimañas de juego sucio. En Estados Unidos, la mayoría son actividades ilegales, que pueden ser denunciadas y perseguidas legalmente, pero en España no hay jurisdicción al respecto de muchas de ellas. Tan sólo está en la conciencia de cada uno el hacer uso de ellas o no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oie interesante nota, haber vamos a practicarla XD.