Buscar

2007/07/23

El triunfo del portátil

A finales de la semana pasada volvió a saltar a la red un tema recurrente dentro del mundo de la informática, el de la muerte del sobremesa. Las cosas no pintan bien para las cajas. Se espera que a finales de este año el portátil adelante al sobremesa en ventas en toda Europa, en Japón es una realidad con la que conviven desde hace años y el punto de inflexión a escala planetaria podría ocurrir en el año 2010.

Perder el sobremesa es un poco doloroso porque, seamos sinceros, cuando el ordenador se cuelga o va un poco lento resulta reconfortante darle una patadita en su metálico cerebro y con el portátil… pues no es lo mismo. Es un poco más delicado. El sobremesa, en cualquier caso, no va a desaparecer de la noche a la mañana. Seguirá siendo la opción elegida por los aficionados a los videojuegos o para aplicaciones específicas en las que hace falta mucha potencia gráfica, aunque incluso muchos de estos usuarios ya empiezan a sucumbir a los encantos de la máquina portátil. En la Campus Party —que empieza hoy- se ven por fin asistentes que prefiere venirse con el portátil en vez de cargar con la CPU, el monitor y el teclado con un carrito.

Incluso en los países en vías de desarrollo se está implantando antes el portátil que el sobremesa gracias a programas como el de Negroponte, que por fin ha equiparado el acceso a la pornografía entre chavales de todo el mundo. Digo esto -para quienes no aprieten en el enlace- porque en la prueba piloto de Nigeria de estas máquinas de 100 dólares -180, mejor dicho- los chicos descubrieron rápidamente que esto de Internet está muy bien, pero sobre todo para ver carne.

En vista de la tendencia he decidido pasarme yo también al portátil, aprovechando que estos días tengo en casa el último modelo de Acer —un Aspire 5920 con el nuevo diseño-. Es potente, tiene una tarjeta gráfica decente y, lo que más me ha sorprendido, un sonido muy, muy bueno para venir de un portátil. A cambio la máquina pesa un poco más de lo que me gustaría pero lo ompensa con una salida HDMI con la que lo puedo conectar directamente al televisor LCD.

He pasado todos los archivos de mi viejo PC sobremesa, que desde que instalé Windows Vista ha tenido problemas para reconocer algunos dispositivos USB. Ahora uso el portátil en su lugar. Le conecto mi monitor —un LCD panorámico de 24 pulgadas- y mi teclado cuando estoy en la mesa de trabajo. Bajo la tapa de la pantalla y me olvido de que estoy con el portátil. Funciona, es como si nada hubiera cambiado y además es mucho más silencioso. Y tengo la ventaja de que puedo moverlo por la casa o llevármelo de viaje si me voy una larga temporada a otro sitio.

Creo que la caja que hay junto a la mesa será la última que tenga. La mantendré en el suelo para darle una patada de cuando en cuando pero, desde ahora, sólo portátil. Es más cómodo.

Fuente: Gadgetoblog.

No hay comentarios: